MIRAMAR, VALOR AÑADIDO DESDE EL ORIGEN

Miramar y su visión de futuro la han llevado a la apuesta decidida por el Grupo SCAL. Hoy por hoy, es uno de los proveedores más importantes en el proyecto SCAL.

Miramar y Scal unen fuerzas en la búsqueda de un objetivo común: Valor añadido desde el Origen.

 

Sobre Miramar…

Miramar es una compañía especializada en cefalópodos congelados procedentes del continente africano. Su extensión en España es Baitfish…

Tras años trabajando productos de Marruecos, origen que conocíamos y dominábamos, decidimos, por medio de la unión entre ambas empresas, poner en marcha la ampliación de las instalaciones en origen con el objetivo de hacer productos totalmente diferentes que luego pudiésemos comercializar a través de Baitfish.

¿Cuál es el volumen de negocio actual? ¿Cuáles son las previsiones para este ejercicio? (facturación y toneladas de pescado procesadas).

Baitfish, como empresa, es relativamente joven y se centra en la venta al mercado español donde la cifra de venta está en torno a los 18 millones de euros.

Tras la colaboración con Grupo Scal hemos reorientado el trabajo en la sala de elaboración, pasando de vender exclusivamente materia prima a realizar trabajos de limpieza, porcionado, etc. Esto nos permitirá llegar a una cifra estimada de cierre de unos 24 millones de euros, a pesar de la importante caída de precios de este año.

¿En qué se diferencia de otras compañías?

La diferenciación viene claramente por la calidad. Por elaborar un producto natural, sin aditivos.

¿Cuáles son los orígenes de referencia de Miramar?

En el continente africano, nuestro principal origen: Dakhla, en Marruecos, donde se encuentra nuestra factoría y donde se ha hecho una mayor apuesta por la especialización; Ghana, donde disponemos de 15 barcos trabajando para nosotros producto congelado a bordo (choco y calamar, principalmente); Mauritania, a través de una colaboración con Maruha Nichiro (buen cliente del pulpo elaborado en Dakhla); y Senegal.

¿En qué mercados está presente Miramar en la actualidad?

Miramar actualmente vende, desde nuestra factoría en Dakhla se vende a Japón y a Italia y a través de Baitfish, a Italia, Francia, España y Portugal.

¿Cuáles serán las próximas apuestas, proyectos, marcas… de Miramar?

Nuestros próximos proyectos van de la mano de Grupo Scal. La orientación a la calidad de ambas empresas hace que hayamos comenzado nuevos desarrollos en origen para poder facilitar al mercado productos naturales, sin aditivos y de la mayor frescura.

Como proveedor del Grupo Scal:

SCAL, Soluciones conjuntas Alimentación, habla en su eslogan de Valor Añadido y de trabajo en equipo. Se definen como una central de Ventas dónde los proveedores especializados por especie deben ser asesores, dónde la unión tiene que permitir tomar las mejores decisiones para llegar al consumidor final con la mayor calidad posible.

¿Qué valor añadido aporta Miramar como proveedor al Grupo Scal?

En Miramar apostamos firmemente por la calidad, valor compartido con Grupo Scal, y podemos aportar el conocimiento del mercado de origen.

¿Un proveedor puede y debe entender que el mercado es el que marca las tendencias, las elaboraciones, las soluciones?

No siempre compartimos las decisiones que se toman para la venta (el todo vale). En ocasiones el mercado puede intentar desviarnos, pero no tenemos que perder el rumbo de la calidad, aunque en ocasiones pueda penalizar la venta. A la larga creemos que quien lo sepa ver, saldrá ganando.

¿Es posible entender este nuevo estilo de alianzas dónde empresas diferentes, una procesando y otra comercializando, tengan un único objetivo: el cliente/consumidor final?

Por supuesto. Siempre y cuando las directrices vayan en paralelo. La sinergia entre empresas es esencial para poner en marcha un proyecto de futuro.

¿Qué le puede aportar el Grupo SCAL, con su red de 35 distribuidores y su atención a más de 65.000 clientes, a un proveedor en origen? Y, ¿concretamente a Miramar?

El acceso a un tipo de cliente que valora un producto de calidad, natural y con unas especificaciones regulares.

¿Es posible conseguir valor añadido desde el mar?

Evidentemente es posible. Es nuestra apuesta. Nosotros empleamos un pulpo procedente de la pesca artesanal y lo congelamos en menos de 3 horas, es decir, prácticamente vivo. Con la aportación de Grupo Scal y su experiencia en el mundo de la distribución hemos trabajado en reducir los formatos para que el restaurador pueda recibir un producto con la máxima frescura y un formato adaptado a su modelo negocio. Nuestro último desarrollo, el pulpo sin cabeza SCAL para aquellos que no le dan ningún uso a la cabeza.

Como especialistas en cefalópodos ¿cuál es la situación de los caladeros de cefalópodos en la actualidad?

La situación de los caladeros es muy cambiante. Las calidades y las temporadas de pesca varían constantemente. Ya no se puede asegurar que en enero sale el mejor pulpo y en noviembre o diciembre sale el calamar. A medida que se pesca se valora la situación.

Desde el origen, desde Dakhla ¿qué nos puede comentar sobre las capturas de pulpo?

En los últimos años se ha registrado un cambio importante. Con el objetivo de ganar más dinero se trae pulpo que se hace pasar por producto pescado en Dakhla. Se mezclan calidades, se mezclan orígenes. Están apareciendo en el mercado calidades de pulpo que nunca se habían pescado en Dakhla.

Por nuestra parte nosotros estamos intentando defender los valores de la pesca artesanal de Dakhla siguiendo una línea de trabajo constante, de calidad.

Desde el punto de vista de un proveedor, ¿cuáles son las amenazas y cuáles las medidas para que el grupo SCAL pueda ser una garantía de suministro y de regularidad en el abastecimiento de productos del mar?

Desde un primer momento, cuando se definieron las reglas de colaboración, la regularidad, la búsqueda de productos de la mejor calidad y por supuesto el mejor precio, fueron los tres pilares sobre los que Grupo Scal ha insistido para la colaboración con nosotros. El trabajar con seriedad y siguiendo unas directrices comunes son la garantía para una colaboración fructífera y con futuro. Esto es aplicable a los productos del mar, pero igualmente a cualquier otro sector.